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| Salida desde Calpe |
Este año es la tercera vez que voy a esta regata enrolado en el baco de mi amigo Pepe, un delphia 33, junto con su sobrina, Irene, nuestros amigos Alfonso y Paco.
La previsión meteorológica no nos acompañaba demasiado para llevar rumbo directo a la isla y además habia previsión de chubascos y mal mar por la zona, y aunque alguno de los 70 barcos participantes se echó atrás por ello la inmensa mayoría salimos rumbo a Formentera.
La salida de la regata fue reñida ya que toda la flota iba prácticamente junta, pero el viento en la zona es muy cambiante y esto permitió a los más avispados a separarse un poco más de la flota.
Nosotros no dejamos de buscar viento y acertamos más que otros ya que la mayoría de los barcos acabaron retirándose porque cogieron una calma de 3 horas o más y a nosotros nos cogió una mucho más corta y no dejamos de tener arrancada en ningún momento, pero al no poder tener rumbo directo, hicimos muchos bordos y esto hizo que fueramos a llegar tardísimo a la isla.
En medio del canal, nos quedamos sin electrónica y no sabíamos porque, y al final investigando, nos dimos cuenta que las baterías se habían agotado, se suponía que el mecánico las habia revisado y todo estaba corréctamente, pues nos dímos cuenta que no tenían absolutamente nada de líquido, así que cuando anocheció, no teníamos luces de navegación, cosa que es muy peligrosa, y aunque avisamos por teléfono móvil que nos habia pasado esto al comité, no deja de ser peligroso ya que hay mucho tráfico por la zona, así que Alfonso tuvo una idea muy buena, y era coger un vaso verde y otro rojo e iluminarlos con una linterna cuando teniamos algún barco a la vista para que tuvieran constancia del nuestro, iluminando la banda de babor (izquierda) con el vaso rojo y la banda de estribor (derecha) con el vaso verde.
Otra cosa que nos temíamos, es que justo hacia donde íbamos, veiamos una tormenta enorme que no sabíamos si se acercaba o no, pero la veíamos, así que no le quitamos ojo, al final todo quedó en una pequeña lluvia de 1 horita o quizas menos, y el traje de agua nos sirvió para protegernos de la lluvia y del frío que hacía despues.
La tormenta por lo visto paso entre Mallorca e Ibiza y se desplazó hacia el SW.
Despues de 17 horas, al fin llegamos a la llegada de la 1ª manga que estaba en la bocana del puerto, y gracias a que teníamos una radio portatil, avisamos para ser remolcados hasta nuestro amarre ya que no podíamos arrancar el motor debido a no tener baterías, y a las 6 de la mañana habiendo amarrado y dejado el barco más o menos en orden, nos fuimos a dormir.
A las 10 de la mañana me desperté y un amigo que venía con su propio barco vino a ayudarme a poner agua destilada en las baterías, así que compré 6 litros y él la puso en las baterías, despues de esto, nos fuimos con la tripulación de Juan a comer a Ca Pascual una caldereta de langosta buenísima y aprovechamos el día por la isla yendo a varios sitios y sobretodo la puesta de sol que vimos en el big Sur tomando unos mojitos.
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| Caldereta en Ca Pascual |
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| Puesta de sol |
Al día siguiente, había que madrugar pues la salida era a las 10:00h y habia que preparar el barco, y pusimos rumbo a Calpe con vientos portantes y a medida que ibamos avanzando, había más intensidad hasta que sobre las 20:00h más o menos nos quedamos complétamente parados por una calma y esperamos dos horas, ya que no volvía el viento, nos encontrábamos lejos de Calpe aún y para que contase la regata tendríamos que llegar antes de 7:00h de la mañana, no nos daba tiempo a llegar antes de esa hora, así que decidimos cenar para dar un margen más de tiempo, y como Eolo no volvió a servirnos, arrancamos motores y pusimos rumbo al puerto de Calpe, como hizo la gran mayoría de los barcos que venían cerca de nosotros, solo nos quedó disfrutar de una navegación nocturna que tanto me gusta, con el mar en calma, y una noche estrellada, y hasta un par de delfines vinieron a saludarnos.
Llegamos a puerto de Calpe a las 3:00h donde recogimos el barco y nos fuimos cada uno a buscar nuestra cama ya que estábamos agotados. Espero poder repetirla todos los años ya que es una época muy bonita para ir a las Baleares y además se puede estar porque hay gente, pero no muchedumbre.
Agradecer a todos los que hicieron que lo pasara tan bien en este viaje tan pocos días pero a la vez intenso, y sobretodo a Pepe.
