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| Tucana 28 |
Despues de una navegación bastante cómoda y con el cielo casi cubierto, llegamos a Calpe donde fondeamos cerca de la bocana del puerto detrás del Peñón de Ifach.
Habiendo fondeado yo me puse a preparar el barco para estar más cómodos, así que mientras ponía el toldo por la botavara para dar sombra a la bañera los demás se bañaban, los primeros en tirarse al agua fueron mi primo Gonzalo y su novia Patri, derrepente él notó que algo le tocaba la pierna y pensaba que era mi hermano que le estaba gastando una broma, así que le dijo que parara, jejeje, cuando mi hermano le preguntó: - ¿que pare de qué? - entonces fue cuando se dió cuenta que mi hermano no estaba en el agua y que Patri no habia sido por la distancia, así que desde abordo, miramos hacia el agua y habia algo por ahí moviendose, pensábamos que era una medusa, pero era un poco raro, hasta que se acercó otra vez a mi primo derrepente y nos dimos cuenta que era un pulpo, que le estaba siguiendo, y le estaba atacando, una cosa que jamás habiamos visto nadie de la tripulación. entonces, Patri, subió abordo, rápido y Gonzalo se quedó en el agua intentando quitárselo de encima, pero el pulpo insistía en cogerse a su pierna, hasta que mi primo consiguió subir la escala y ponerse a salvo, el pulpo intentó subir por la escala pero se quedó un rato cogido donde estaba el nivel del mar. Lástima que todo esto pasara tan rápido y no nos diera tiempo a preparar una cámara de fotos porque fue increible, jamás lo habia vivido en todos mis años navegando y en el mar.
Despues de esto, todo lo demás fue normal, pasamos un día genial, comiendo, bañándonos y durmiendo la siesta con el cielo ya despejado...
Por la tarde fuimos a la mina para preparar el barco con las defensas, limpiarlo un poquito, arriar las velas y guardarlas debidamente porque hacer todo esto dentro del puerto de Altea, donde están los barcos de alquiler es un suicidio porque hay un muro encima de la escollera el cual tapa el viento de levante y uno se abrasa con el calor que hace, así que lo hacemos cerca del puerto para que cuando lleguemos solo sea amarrar, parar el barco y salir.
