Entrando en Samaná |
Habiamos alcanzado ya la costa de República Dominicana, una costa llena de montañas escarpadas y con una vegetación abundante.
El cielo estaba cubierto y ha llovido un ratito mientras el sol intentaba salir.
Hemos propuesto tomar un brunch puesto que nos quedaba cerveza y bastantes cosas para picar, pero se ha puesto a llover otra vez, esta vezz con intensidad, Juan y yo nos hemos quedado en cubierta haciendo compañía a Jerónimo, y cuando ha amainado un poco, los de dentro nos han preparado un brunch para los de fuera y así lo hemos tomado por separado.
Ya abriéndose un poco el cielo, aunque no del todo, hemos alcanzado la entrada a la bahía de Samaná, la cual hemos tenido que entrar a motor puesto que desde antes de la lluvia no habia viento.
El canal de la bahía pasa entre la costa y unos islotes preciosos, con palmeras y típicos de catálogos con catamaranes fondeados... Un paisaje precioso.
Islotes tropicales |
Hemos llegado a Puerto Bahía, donde nos han esperado por lo menos 15 personas en el pantalán, no entiendo el por qué, pero así ha sido, y pasándole la estacha al marinero, me he clavado un anzuelo en el dedo, puesto las cañas estaban reposando en la popa del barco y he visto las estrellas además de sangrar una barbaridad.
Boya de Estribor (alrevés que aquí, que sería la verde) |
Ya habiendo entregado los pasaportes y todo, estando todo listo, hemos desembarcado para comer en un restaurante en el puerto y despues de comer, nos hemos despedido de Jerónimo y Juan porque nos hemos ido a Santo Domingo porque nuestro avión sale mañana por la tarde. Juan se ha quedado una noche más porque el suyo sale desde Punta Cana y tiene que esperar una avioneta para que le lleve.
Entrandeo en puerto |
Así que sintiéndolo mucho por Jerónimo, nos hemos tenido que ir si o si, y se ha quedado sólo con su barco y el desorden que hemos dejado. Por lo menos hemos conocido a unos españoles que estaban al lado de nuestro barco y parece que van a hacer migas cuando se quede aquí.
Puerto bahía |