Diario de a bordo: Cruzando el Atlántico; Día 22 - mi blog náutico

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26 nov 2011

Diario de a bordo: Cruzando el Atlántico; Día 22

22 Días en el mar, 20 sin ver tierra, hoy me he levantado temprano y poco a poco han ido saliendo todos, a las 9:05 HRB he avistado tierra (mi tio me ha bautizado como Rafa "De Triana" jejeje...) se trata de la isla Barbuda, no nos hemos atrevido a parar ahí porque el nombre nos da mal rollo, jejejejeje, es broma..., parece ser que tiene un fondeadero bastante bueno en la parte occidental de la isla, pero vamos mal de tiempo y no podemos permitirnos el lujo de parar a darnos un baño.

Isla de Barbuda

Hemos empezado a tener cobertura, he aprovechado para llamar a mi madre y a un amigo para ver que tal le va su nueva empresa, es la primera vez que hablo con alguien por teléfono desde hace 21 días y mi madre se ha alegrado muchísimo de oir que estaba vivo y ya cerca de tierra.

Hoy es día de transición, ya hemos completado la etapa de cruzar el Atlántico y nos metemos en el caribe, como honor y chorrada he hecho una pulsera como recuerdo con un cabito del barco y Lolo me ha pedido que le haga otra a él.

Prueba superada, Atlántico cruzado y, aunque me quedan tres días, ya estoy pensando en mi próxima aventura, aunque hay tres opciones de momento; Cabo de Hornos, Antártida y de tierra subir al campamento base del Himalaya.

A medio día nos ha pasado algo acojonante, estábamos tomando el aperitivo tan normal, el cielo despejado, y cuando estábamos apunto de comer, el capitán ha querido bajar a servir los platos, y derrepente cuando ha mirado hacia la popa, y se ha vuelto a ir a la caña corriendo, ha quitado el piloto automático y se ha puesto a gobernar el barco, nos hemos preguntado por qué ha hecho eso, y nos hemos dado cuenta de lo que venía detrás, y justo en 10 segundos, ha empezado a soplar viento hasta 37 kt y navegando a orejas de burro con el génova atangonado, se ha complicado bastante la cosa. Ha ordenado arriar la mayor y Santi y yo hemos ido al palo para ayudarla, puesto que con esa presión de viento y la vela pegada al palo, no bajaba... cuando estábamos en el palo, se ha puesto a llover como jamás habia visto hasta ahora, impresionante la cortina de lluvia que caía. Para colmos, la mayor se ha enganchado en la 1ª cruceta  y no hemos podido arriarla, así es que lo que hemos hecho ha sido enrollar el génova desde el piano y yo me he ido a proa para quitar el tangón, me he fijado en el mar y la verdad es que las olas reflejaban el chubasco que estaba callendo, en menos de 30 sg estábamos completamente empapados y en cosa de 30 minutos ha pasado todo y hasta ha salido el sol. Así es que empapados hemos comido como si nada y nos hemos secado en seguida.

Santi y yo empapados

Por la tarde, hemos izado de nuevo las velas y hemos empezado a navegar rápidos otra vez. Hemos pasado por St Marteen y Antigua, y luego, en mi guardia debo reconocer que estaba intranquilo porque hay un atolón cerca y aunque está marcado en el plotter, no me fío demasiado de esta zona.

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