
10:00h: Hemos llegado y fondeado sin
problemas, este sitio se ve completamente paradisíaco, nada que ver con
las aguas verdosas que acabamos de navegar, un espectáculo de la
naturaleza con aguas cristalinas y diferentes tomos de azul debido al
coral.



Uno de los contrastes más grandes que he vivido es
ir a cenar a una de las casas más impactantes que hay en el mundo en un
poblado con mucha pobreza, pero en un lugar fantástico, no hay tabiques
con las vistas al mar, las camas son rústicas, y en la habitación principal,
la cama está hecha con troncos de pino al igual que los muebles del
salón comedor que es un cenador enorme, sin paredes y con tejado de
cana. Simplemente impresionante, nos acogieron José y Norah, dos amigos
de Jerónimo y cenamos con ellos, amigos suyos y familiares, un sancocho
que es un estofado con 5 tipos de carnes distintas, todo un manjar.
Resultado de todo esto, Una velada muy agradable con risas, conversaciones cultas, etc. Remarcar que ambos son veterinarios y tienen un montón de animales en casa, entre ellos un guacamayo que cogí y casi me saca un ojo cuando le dijeron que me diera un beso...
A la vuelta, fuimos al café del mar porque había una
fiesta, aquí conocí a amigos de mi primo cuando trabajó ahí y también al constructor del
complejo de puerto bahía que a su vez es el dueño de la empresa Brugal. Jerónimo y yo nos quedamos hasta el final.