Esta mañana nos hemos levantado
con un poco de resaca, pero pronto, nos hemos duchado y hemos esperado a
los amigos de anoche, puesto que nos vamos con ellos a los haitises,
ellos con su catamaran y nosotros con el piña colada, aprovechamos para embarcar el chinchorro de éstos puesto que es más grande y tiene la quilla rígida y nos lo han dejado.
Hemos puesto rumbo a los haitises sobre las 13:30h aprox, en concreto hemos
entrado en una pequeña bahía llamada bahía de San Lorenzo, hemos
fondeado en una playa preciosa llamada punta arena donde hemos comido un
aperitivo mientas esperamos a nuestros amigos. Más tarde nos hemos ido
hacia la selva y hemos fondeado en un lugar muy escarpado y con
entrantes de agua que hacen que estén lugar sea un paraíso, con el
chinchorro hemos entrado a conocer todos estos entrantes y lo mejor y aventuroso del día, cuando estábamos adentro en medio de la selva, el motor se ha parado en seco habiendo hecho un ruido un tanto desconcertante, al intentar arrancarlo de nuevo, se ha vuelto a oir otro ruido más grande y encima ha empezado a salir aceite por todas partes, jajaja, yo me he estado descojonando por dentro, mientras miraba a los demás y escuchando el silencio que se ha generado derrepente, menos mal que siempre cogemos los remos y hemos podido
volver al barco sin problemas aunque hemos tardado un tiempo; a la vez que nosotros con la zodiac,
llegaba el catamaran de los dominicanos que se ha abarloado a nuestro
barco.
Una vez todos a bordo, hemos cenado una pasta cangrejo muy buena que traían preparada,
después, Jerónimo ha preparado pasta con pulpo y otras cosas que había
por ahí...
Ha sido un día genial, la verdad es que estar fondeado en un parque natural donde no hay un solo ruido más que el sonido del agua y de los animales que habitan ahí, es una experiéncia increible, tambien otra cosa que me encanta, el cielo, más amarillo que negro, las estrellas principales apenas se distinguen de las menos brillantes porque es un mantón de estrellas lo que hay y además el cielo de invierno en el hemisferio norte, no tiene precio, con el cinturón de Orión, Sirio, las pléyades, Castor y Polux, Aldebarán... , y luego, la luna, entre cuarto creciente y luna llena, una pasada ver los resplandores y la costa.